Ahualulco

ESA CORDILLERA de montañas que se rodea del valle; cerros que se dan la mano uno al que sigue y todos con corazón de oro.

En efecto el pueblo de Ahualulco se asienta en un plácido mar de sembradíos, entre hortales que ahora empiezan a escanciar la fragancia de su fruta; en el contorno, una cordillera que va hasta Etzatlán y tiene en cada rinconada el nombre de las minas que dieron riqueza a la región.

Es conocido este pueblo como Ahualulco de Mercado, en honor de su párroco, el señor D. José María Mercado héroe de la Independencia, a quien alguien hizo originario del Teúl, Zac., donde ciertamente hay familias emparentadas con quienes fueron sus ancestros, pero el acta bautismal de don José María está en el archivo del Sagrario, en Guadalajara.

En cuanto a la conquista de este pueblo realizada en el año de 1524, asienta el Padre Tello que «Conquistó este pueblo el Capitán Francisco Cortés de San Buenaventura, como el de Etzatlán, y pasando adelante le dejó en la obediencia de su Majestad».

La evangelización fue obra de los franciscanos según lo asienta el mismo cronista: «Se determinó se fundase un Convento en Etzatlán, y nombraron para su fundación al P. Fr. Francisco Lorenzo, el cual puesto ahí comenzó su obra, aunque humilde, conforme a lo de aquel tiempo, y fue a predicar a los pueblos de Ameca y Ayagualulco».

No fue fácil la evangelización ni el cambio de las creencias por una fe extraña que escocía a los indios; con esto, el impulso de rebeldía cuando el alzamiento del Miztón que conjuntó a todos los pueblos en decidida lucha «hasta tu muerte o la mía» para rechazar a los conquistadores.

Así aparece en la historia un episodio de venganza en que Ahualulco tiene papel protagónico. Lo refiere Pérez Verdía al hablar de P. Fr. Antonio Cuéllar «que volvía de Zapotlán; después de decir misa en Ameca, partió para Etzatlán en la tarde y fue acometido por los indios de Ayahualulco que le dieron tres flechazos en la cara y tantos palos y pedradas que quedó sin sentido, lo llevaron después a su convento y murió el día 15 (agosto 1541) perdonando a sus enemigos .

Sin embargo, pronto ablandaron su rencor e hicieron confesión de piedad y acatamiento a las enseñanzas de la nueva fe, según consta en un ocurso que suscribieron ante el Lic. D. Hernán Martínez de la Marcha a 4 de enero de 1550, y en el cual dicen al obispo Maraver.

»Al Señor Obispo de esta ciudad tenemos por padre e le conocimos después que vino a esta provincia, e le tratamos e hablamos de nuestras necesidades, porque nos atiende en nuestra propia lengua, e los que ha ido y venido de Compostela, nos predica, favorece e ayuda a las cosas del servicio de Dios e para que seamos cristianos:

La historia tiene revelaciones y coincidencias como las que hacen aparecer a Ahualulco con definiciones honrosas en capítulos de la Independencia Nacional.

Luego de mencionar al señor cura D. José María Mercado, importa saber que los ancestros del Padre Hidalgo fueron nativos de Ahualulco según consta en el archivo parroquial que registra a D. Fernando Gallaga, padre de Doña Ana María Gallaga quien, desposada con D. Cristóbal Hidalgo y Costilla, fue madre del Cura de Dolores.